jueves, 6 de octubre de 2011

Ramonet y Bourdieu sobre las fallas de la TV



Dos respetables intelectuales de la comunicación opinan sobre los problemas que está teniendo este medio.


Quién mejor que Ignacio Ramonet y Pierre Bourdieu para hablar sobre la televisión. El primero, director de “Le Monde Diplomatique”, un defensor de la cultura y promovedor de la antiglobalización. El segundo, un sociólogo fallecido hace ya nueve años, pero que nos dejó un inmenso legado teórico. Veamos qué nos dicen acerca de la televisión.


Ignacio Ramonet y la desaparición de la cultura en la TV


Para Ramonet, el período de transición en que se encuentra la televisión, en momentos en que hay una multiplicidad de canales y programas extranjeros, requiere de opciones que eviten la desaparición de la cultura nacional, lo cual tiene un costo muy elevado en términos de desequilibrios psíquicos y psicológicos.


El problema de la televisión, en palabras del teórico español, es que ahora la producción nacional está desapareciendo porque la concentración está haciendo que hoy día, hasta los canales modestos de algunos países están siendo comprados por grupos que están haciendo racimos muy importantes de televisión y están colocando en todos los países el mismo tipo de producto.


Según el, una de las pocas cosas que tiene producción local es la publicidad pero, en la mayoría de los casos, eso también se perdió y las publicidades se hacen en locaciones de otros países, debido a que, gracias a la devaluación de la moneda, puede resultar mucho más barato. La televisión podía ser una pequeña protección de la cultura nacional, pero todo eso está desapareciendo también.






Para Ramonet, la transición que experimenta la televisión, se evidencia en la multiplicación de los canales y en su desarrollo digital mediante el satélite. El hecho de que ahora se pueda captar canales del mundo entero con un mínimo de equipo tecnológico ha permitido que la diversidad de la oferta se multiplique, pero también la competencia para capturar audiencia. Todo se ha llevado a cabo con la idea de que los canales deben vivir de la publicidad, y el resultado es una bajada del nivel cultural.


Hoy día, por la aparición de vídeojuegos, de Internet y de los chats, en muchos países desarrollados, los adolescentes de clase media y clase media alta, ya no ven televisión. La televisión es una actividad de ancianos, o sea de adultos. Ya no existe un joven o una joven entre 14 y 18 años que mire la televisión. Sin embargo, se pueden pasar dos, tres o cuatro horas al día, tantas horas como antes pasaban en televisión, en Internet, donde esencialmente lo que hacen es intercambiarse mensajes con sus amigos, sentencia el español.


Pero Ramonet tiene una solución: el porvenir de la televisión en defensa de la identidad nacional está en la necesidad de crear un canal cultural en cada país, en defensa del patrimonio nacional, donde pueda haber un poco de ficción y de defensa de las artes. Porque, si no, la creatividad nacional va a desaparecer de muchos países.


Pierre Bourdieu y los problemas de la TV


La obra de Bourdieu ofrece un certero diagnóstico sobre la amenaza que representan las informaciones distorsionadas que emite a diario la televisión. Sus conclusiones están dirigidas a despertar en especial el entusiasmo de periodistas insatisfechos en pro de una cruzada reformista del medio, pero resultan de imprescindible lectura y reflexión para el desprevenido televidente que todavía se resiste a creer en los efectos que las presiones económicas y políticas producen sobre la programación que consume diariamente.




Estos son algunos de los puntos que Bourdieu ve que hacen que la televisión pierda calidad.


• El principio de selección de la información a favor de lo escandaloso o sensacionalista.


• El protagonismo indebido de los periodistas en cuestiones políticas, utilizando a su favor el hecho de que tienen el poder de poner a los políticos en los medios.


• La parcialización de la realidad al desviar su atención de todo aquello que no les interesa o resulta prometedor en términos de éxito de audiencia con lo cual censuran de algún modo partes importantes de la realidad que casi nunca llegan al público.


• La información circular que alienta a los productores televisivos a mantener bajo constante vigilancia a la competencia viéndose obligados a hacer cosas que probablemente no harían si los demás productores no existieran.


Bourdieu cierra su discurso afirmando que durante las últimas décadas la televisión ha adquirido entre sus características la de desalentar el ejercicio de pensar, privilegiando el impacto de la imagen sobre el contenido y el de la emoción sobre la razón.

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